viernes, 11 de agosto de 2017

Espectáculo en el Emirates Stadium para inaugurar la Premier League

El Arsenal tumbó al Leicester por 4-3 en un auténtico homenaje al fútbol inglés para inaugurar la competición doméstica. Se adelantaron los locales, el Leicester fue dos veces por delante y los gunners terminaron remontando en los minutos finales. Mucha emoción y también fallos en defensa de ambos equipos. 
Con el arbitraje del archiconocido Mike Dean, el Arsenal (que le ganó al Chelsea la Community Shield el pasado domingo) y el Leicester, fueron los equipos encargados de inaugurar la Premier League 2017-18, y de que manera. Sobre el verde del Emirates se vieron 7 goles, remontadas… Todo un espectáculo para los aficionados. Los locales propusieron de inicio la defensa de 3 centrales con carrileros, y con Özil y Welbeck por detrás del flamante fichaje Lacazette. Los foxes, el típico 1-4-4-2 que le llevó a la gloria y que conforma la esencia de los del equipo anteriormente entrenado por Ranieri.
El partido arrancó fuerte, pues en apenas 1 minuto y 36 segundos llegó el primer gol del partido y, por consiguiente de la temporada, por parte de los locales. Welbeck forzó una falta en la medular y de ahí se genera una jugada con un balón al área de Xhaka hacia Bellerín, que la deja atrás para Elneny, y el egipcio le pone un balón a la cabeza a Lacazette para que el francés firmase el debut soñado haciendo el primer tanto.
Pero los de Craig Shakespeare reaccionaron con extrema rapidez. Primero avisaron con un disparo de Riyad Mahrez de volea en el balcón del área que se marchó desviado. E inmediatamente después, en un córner fruto de un centro al área buscando a Okazaki, llegó el empate. Sacaron los visitantes en corto y el centro de Albrighton con pierna derecha salió muy cerrado y parecía irse fuera, pero apareció Maguire en el momento justo enviando la pelota de cabeza al corazón del área donde Okazaki se erigió por encima de todos para cabecear el balón a las redes.
Conforme pasaban los minutos el Arsenal dio cuenta de lo que iba a ser el partido. Los gunners monopolizaban la posesión, con el Leicester presionando intensamente la salida de balón y defendiendo prácticamente con todo en campo propio a excepción de Vardy en algunos casos. Los locales jugaron mucho en campo rival y protagonizaron un gran número de remates (hasta 27), con más o menos precisión, con los que pusieron sobradamente a prueba a Schmeichel. Uno de los jugadores más incisivos fue Oxlade-Chamberlain, que buscó portería ni más ni menos que en 6 ocasiones. Los foxes, con la solidaridad característica de sus futbolistas en defensa fueron capaces de hacer inútiles los intentos rivales, y en una de las idas y venidas que tuvo el encuentro hicieron el 1-2. Justo cuando les duraba menos la posesión, la presión alta dio sus frutos y un mal pase a la banda de Xhaka fue cazado por Albrighton, que avanzó metros y metió un centro muy medido al área para que Vardy fusilara la  portería visitante.
Por delante en el marcador los campeones de la 2015-2016 crecieron en el partido. Tanto es así que volvieron a robarle la cartera al Arsenal cuando intentaban salir con el balón desde atrás y el centro de Fuchs a Okazaki fue cabeceado por el japonés rozando el palo. Además, la dupla formada por Mahrez y Vardy que tantas alegrías dio en el pasado a la afición visitante parecía activarse, aunque sin éxito por el momento. En los últimos minutos de la primera mitad el Leicester buscó el tercero con ahínco en el juego aéreo, ya fuese con los largos saques de banda de Fuchs o desde el córner. Pero el partido daría otro giro de 180º y el Arsenal empató sobre la bocina, premio a los numerosos intentos que habían protagonizado. Tras frustrar un intento de contragolpe de Mahrez, Kolašinac se sumó a posiciones ofensivas para cazar un rebote de Maguire y cederle el gol a Welbeck que marca a puerta vacía.
Ya en la segunda mitad, el Arsenal volvió a asentarse en campo rival moviendo la pelota de lado a lado con Özil, no sin concederle alguna que otra oportunidad al Leicester en las que apareció Mahrez. Y como ocurriese en la primera mitad con el gol visitante, el Leicester primero avisó y luego dio el zarpazo. Mahrez recogió un balón en defensa y le brindó a Vardy un pase en largo tremendo, al que el inglés llegó en carrera superando a sus rivales pero una salida muy rápida de Cech evitó el 2-3. En el 54’ el Leicester en posiciones ofensivas evitó la contra del Arsenal, Fuchs metió un centro al área rechazado que le cayó a Mahrez, el argelino se abrió hueco para disparar con la izquierda pero se giró y chutó con la derecha obligando a Cech a mandar el balón a córner. Y precisamente la asociación entre Mahrez y Vardy creó el 2-3. Córner botado por el argelino y cabezazo de Vardy libre de marca que supera al arquero rival. Menos balón, menos remates, más precisión.
El Arsenal combinaba en ataque hilando grandes jugadas pero terminaba chocándose contra el muro de los zagueros foxes y el acertado Schmeichel. En esta coyuntura,  En esta coyuntura, Arsène Wenger realizó dos cambios en el minuto 66 para dar la vuelta  la situación. Retiró del césped a Holding y Elneny dando entrada a Giroud y Ramsey. De este modo, el 1-3-4-2-1 se convirtió en un 1-4-4-2. Héctor Bellerín y Alex Oxlade-Chamberlain pasaron a funcionar como laterales y además cambiaron de banda, por lo que los 4 defensores jugaban fuera de su posición natural. Lacazette cayó a la banda izquierda, Özil a la derecha y en punta Welbeck y Giroud. Por su parte, el Leicester cambió a un 1-4-1-4-1 en el 71’ con el cambio de Amartey por Okazaki. Ndidi pasó a ser pivote, con Amartey y Matty James por delante.
El Arsenal comenzaba a monopolizar las ocasiones y el gol parecía que tarde o temprano iba a llegar. Todos lo intentaban: Kolašinac, Özil, Xhaka, Welbeck, Ramsey o Giroud, sin éxito. Wenger hizo el tercer cambio y dio entrada a Walcott por Welbeck, encuadrándose el rapidísimo inglés como extremo derecho de un 1-4-2-3-1, con Özil en el medio y Giroud solo en punta. Los foxes también continuaron con el carrusel de cambios y Matty James fue sustituido por Iheanacho, volviendo al 1-4-4-2, y al final con Gray por Albrighton.
Y llegaron los goles. Una acción de Özil por la izquierda termina en córner. Se produce un rechace y ahí aparece Granit Xhaka, que le envía un gran balón a Ramsey para que el galés hiciera el 3-3 cruzando el esférico a la perfección ante Schmeichel.  El Arsenal se viene arriba y solo 3 minutos después llegó el gol de la victoria. Córner botado por Xhaka que asiste por segunda vez en el partido, esta vez a Giroud, para que el francés con un certero cabezazo haga estallar de júbilo el estadio. Los aficionados cantan el mítico Hey Jude versionado con el nombre del ariete, que marcaba su gol 50 en el Emirates.
Intentó el Leicester empatar de forma épica pero ni siquiera estuvo cerca. El Arsenal triunfó en todo un partidazo. 

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