domingo, 24 de diciembre de 2017

Harry Maguire aleja aún más al Manchester United del liderato en la Premier

Foxes Never Quit”, y se volvió a demostrar. El Leicester City recurrió a la épica delante de sus aficionados en el King Power Stadium sacando un empate 2-2 con gol de Harry Maguire en el minuto 94, inmersos en la última jugada del partido. El Manchester United, segundo clasificado, se aleja a 13 puntos de distancia del Manchester City. Es la diferencia más grande entre primero y segundo a estas alturas en la historia de la liga inglesa. Los foxes se adelantaron con un gol de Vardy asistido por Mahrez en un contraataque, el típico tanto. Juan Mata se encargó de darle la vuelta al marcador con dos buenos goles, el segundo un brillante lanzamiento de falta. Los red devils desaprovecharon varias oportunidades claras para hacer el 1-3, más aún con el Leicester en desventaja numérica por la expulsión de Amartey, que había sustituido al lesionado Danny Simpson
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FIGURAS DEL PARTIDO:
Leicester City.
Harry Maguire. El defensa procedente del Hull City está siendo claramente el mejor fichaje de esta temporada. Fijo en la pareja de centrales junto a Wes Morgan, se trata del pilar clave del equipo en el juego aéreo. Sólido en defensa también se atrevió a salir jugando con la pelota, y lo hizo bien. En una falta botada por Albrighton estuvo cerca de marcar, pero en la última ocasión del partido no falló. Marc le envió de nuevo un servicio perfecto para batir a De Gea sacando un disparo cruzado metiendo la punta de la bota. El gran protagonista final, el salvador. Smalling se le subió encima para despejar en defensa un balón en lo que pareció un penalti claro.
Jamie Vardy. 6 goles ante el Liverpool, 5 contra el Arsenal, 4 dianas y 4 asistencias vs Manchester United y otros 4 tantos con el Manchester City en frente. Si en algo destaca el delantero inglés es en el rendimiento ante los grandes equipos. Otros futbolistas se achantan, él se crece. Con el tan característico gol a la contra asistido por Mahrez materializó su gol número 50 en la Premier League, ante una de sus víctimas favoritas. Entró más en juego en la primera mitad, posteriormente pasaría casi desapercibido.
Danny Simpson. En la temporada del título del Leicester diría que prácticamente todos los jugadores alcanzaron un nivel muy alto, casi máximo. Él desde luego que tocó techo, y eso que se notaba que era el punto débil. Las cosas no cambian, y a nadie le ha tenido que sorprender que los ataques del United se hayan volcado por su banda. Sufrió las acometidas de Anthony Martial, pero no solventó mal la papeleta. El gol del empate es un centro de francés que no consigue despejar. En varias ocasiones tuvo que enfrentarse a situaciones de dos contra uno al no recibir ayuda de sus compañeros. Desafortunadamente, en un contraataque del Man U que terminó con un disparo sin oposición de Martial no pudo defender, sufrió un pinchazo en el bíceps femoral. Esto acabaría con su presencia en el partido, abandonando el terreno de juego ovacionado por la afición.
Daniel Amartey. Sin lugar a dudas el futbolista ghanés protagonizó la nota negativa del partido. Fue el sustituto de Danny Simpson en el lateral derecho y apenas duro un cuarto de hora en el encuentro. Vio dos tarjetas amarillas y se marchó expulsado. La primera por una tarrascada leve por detrás a Ashley Young. Aún teniendo una tarjeta, no dudó en desentenderse de la pelota para derribar a Rashford. Ahí estaba la expulsión, una ida de olla total. Con su equipo por detrás en el marcador y obligando a Puel a llevar a cabo un experimento, esto podría traerle consecuencias en caso de que lo de Simpson no sea nada serio.
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- Riyad Mahrez. El argelino suele ser un jugador selecto en sus apariciones, es decir, puede permanecer varios minutos sin entrar en juego pero llegarle la pelota y hacer magia. Sin embargo, en este partido ha sido todo lo contrario. Mahrez cogió las riendas y se echó al Leicester a las espaldas. Alternando movimientos por la derecha, por la media punta, retrocediendo metros para recibir la pelota, asociarse y participar en la creación, apoyando en defensa a Danny Simpson cuando la situación se lo permitía… Lo hizo prácticamente casi todo bien.  Suya es la asistencia en el gol de Vardy, donde corre al pase largo de Ndidi ante Smalling, realiza una pausa de genio y con una pisada espera al momento justo para cedérsela al 9. En una jugada individual ante tres defensores creó una ocasión clarísima en la que Fuchs no acertó a marcar. Vio una cartulina amarilla por tirarse. Suma 6 goles y 6 asistencias este curso.
- Demarai Gray. A sus 21 años, el internacional con las categorías inferiores de Inglaterra es el futuro del Leicester y del propio combinado nacional, y afortunadamente para él Claude Puel lo sabe. En él se deposita confianza, en forma de titularidades y de muchos minutos, y desde luego que no lo está desaprovechando. Apareció por absolutamente todos los lados, tanto por ambas bandas como por el centro del campo. Con su velocidad sacó mucho petróleo en ataque, sobre todo en la primera mitad. Se mostró incisivo y correcto a la hora de asociarse con sus compañeros. Una buena actuación que terminó en el minuto 79 al ser sustituido por Ben Chilwell, quien está prácticamente en una situación casi idéntica.
Marc Albrighton. No me cabe ninguna duda de que es el gran infravalorado de este equipo. Hoy volvió a dar cuenta de una capacidad de sacrificio por el equipo admirable. Lanzándose al ataque aún sin fuerzas, bajando a toda pastilla a defender cuando los demás a duras penas atraviesan el campo. Jugó en su posición por la izquierda hasta que, con la entrada al campo de Okazaki por Iborra, tuvo que cambiar su demarcación al mediocampo para formar pareja con Ndidi. Tras la expulsión de Amartey tuvo que acudir a dicha zona para tapar el agujero. Un despliegue físico absolutamente brutal. Una actuación a destacar con la asistencia en el último minuto como guinda.
- Kasper Schmeichel. El danés tuvo que realizar un par de intervenciones, una de ellas destacada a un golpeo de Lingard desviado por Fuchs. No puede hacer nada en los dos goles de Juan Mata. Estuvo bien con los pies. La única mancha en el expediente, un mal despeje en salida que finalmente no tuvo consecuencias. Rashford lo quiso regatear en lugar de chutar en un uno contra uno donde pudo haber penalti. Ahí salvo al equipo, también anotándose una salida impecable en el descuento.
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Manchester United. 
Romelu Lukaku. Solo realizó un disparo que ni siquiera encontró. No obstante, el belga demostró que un delantero es más que meter goles. En una faceta por la que precisamente no es conocido, como es la de crear oportunidades para sus compañeros, el 9 dejó hasta tres pases que perfectamente podrían haber terminado en asistencias de gol: para Lingard, Martial, Rashford y Mkhitaryan.
Chris Smalling. Abandonó el partido lesionado y como uno de los lesionados. Jugó tocado prácticamente los últimos diez minutos, sacrificándose por no dejar en inferioridad a los suyos. Incluso se tiró al suelo en señal de no poder más. Pero el destino le fue cruel y, en un balón al corazón del área de Albrighton, Maguire le ganó de manera muy sencilla la espalda para firmar el gol de las tablas in-extremis. Previamente hizo penalti al propio Maguire que el trencilla no pitó.
Anthony Martial. Su objetivo era explotar la banda izquierda y principalmente en la primera mitad lo consiguió, aunque seguro que Mourinho le hubiera gustado aún más de él en ese sentido. Por sus botas pasó el tercer tanto de los diablos rojos, pero falló con todo a favor ante Schmeichel lanzando su disparo por encima del larguero. Sin embargo, Martial tuvo influencia prácticamente directa en los dos goles. De un centro suyo al área termina surgiendo el primero, el segundo es fruto de una falta que el francés recibe. Fue sustituido en el 70’ por Rashford.
- Juan Mata. El español fue el artífice de los tres puntos que finalmente se le terminaron escapando al United. Firmó un doblete después de no haber marcado ni un solo gol en toda la temporada. Justamente el día que cumplía 300 partidos en Inglaterra.  El primero de ellos con una gran definición por bajo ajustando al palo. El segundo, un lanzamiento de falta desde cerca con el guante que tiene por izquierda que se cuela por encima de la barrera y va dentro. Es el cerebro. Se marchó sustituido en el minuto 82 por Mkhitaryan.
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- Victor Lindelöf. El defensa central sueco jugó en una posición atípica para él. Por primera vez ocupó el carril derecho a las órdenes de José Mourinho, lugar donde ya tiene experiencia de su etapa en Portugal con el Benfica. Tuvo que hacer frente a Demarai Gray y un ataque del Leicester que sobre todo en la primera mitad se centraba por su banda. Cumplió. Salvó una ocasión muy clara tapando un remate de Fuchs.
Marcus Rashford. Entró en la segunda mitad por Martial para aportar aire fresco. En una carrera por la banda izquierda forzó la segunda tarjeta amarilla y la correspondiente expulsión de Amartey. También tuvo una ocasión clarísima ante el arquero de los foxes, a quien trató de regatear sin éxito en vez de buscar el disparo de primeras. Pudo ser penalti.
- Jesse Lingard. Una muy buena dejada le sirvió para asistir en el gol del empate 1-1 de Mata. Desperdició una ocasión clarísima en una jugada donde se coló entre Wes Morgan y Daniel Amartey, regateó a Schmeichel y remató con la portería vacía al palo. Hubiera supuesto el 1-3. Al poco fue sustituido por Ander Herrera.
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sábado, 23 de diciembre de 2017

Nuevo asalto al Bernabéu en liga del FC Barcelona

Sobre el césped de un Santiago Bernabéu rozando el lleno con 80264 espectadores, y con el arbitraje del murciano José María Sánchez Martínez, el FC Barcelona batió al Real Madrid por 0-3. Los tres goles llegaron en una segunda mitad donde los de Zidane acabaron con diez por la expulsión por roja directa de Dani Carvajal, disfrazado de portero para salvar un irremediable segundo tanto. Por primera vez en la historia el Barça encadena tres triunfos ligueros consecutivos ante el Real Madrid a domicilio
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Desde las seis de la tarde hora local, es decir la china, pues parece ser la que más preocupa a los interesados, Real Madrid y FC Barcelona disputaron el ansiado Clásico. Los blancos, con la necesidad de ganar y así recortar la diferencia establecida en la clasificación. Los culés, tranquilos por la renta. Si alguna conclusión nos deja el partido es lo mucho que ha cambiado la situación desde aquellos cinco días del mes de agosto, donde el Real Madrid se mostraba tan superior ganando la Supercopa de España con un 5-1 global. 14 puntos es la diferencia que existe entre los derrotados en aquella ocasión y los que se alzaron con cinco títulos durante la temporada pasada, que aún tienen por disputar un encuentro aplazado ante el CD Leganés.
Desde el arranque las necesidades de uno y otro equipo quedaron plasmadas en el verde. El Real Madrid de Zizou planteó durante el primer cuarto de hora una presión alta e intensa, la cual dificultó considerablemente la salida de balón del Barça, empeñado en bajar el ritmo al partido. Los blancos tuvieron más posesión, llevaron más sensación de peligro y se anotaron más remates, pero no pasaron de las tablas. Cristiano Ronaldo fue quien más lo intento, hasta en 5 ocasiones, en algunas mostrándose individualista. Con la primera, en el minuto 2, podría haber abierto la lata de no ser porque su posición en el remate de cabeza tras una prolongación en un córner fue antirreglamentaria. El pie izquierdo de ter Stegen también frustraría el hambre de gol del portugués en una de las más claras de todo el partido. Al borde del descanso también probaría fortuna Karim Benzema, ganándole bien la partida a Vermaelen por alto pero estrellando el cabezazo al palo en un centro de Marcelo. El croata Luka Modrić generó peligro con sus conducciones, que en varias ocasiones desembocaron en las llegadas mencionadas.
Los ataques del FC Barcelona, los dos remates a puerta, igualando el registro local, tuvieron un mismo protagonista: Paulinho. Se encargó de estirar al equipo cuando se precisó de ello e inquietó con sus desmarques. Sus dos intentos se toparon contra el muro Keylor Navas, que terminó salvando al equipo también en la segunda parte de una goleada. Y si, los dos servicios firmados por Leo Messi, con algunos detalles mágicos y asociaciones con Iniesta, que aguantaba en el encuentro pese al violento pisotón de Carvajal, y uno de los futbolistas que más en forma está del Barça, Jordi Alba. En defensa, Piqué hartándose de despejar balones y Vermaelen lastrado por un cartulina amarilla.
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A la segunda mitad salieron los mismos veintidós jugadores, pero estábamos ante un partido totalmente distinto. El Barça consiguió acomodarse en el partido, mejoró sus prestaciones y superó al conjunto merengue. Las estadísticas no engañaron, 14 remates y un 62,2% posesión. No obstante cabe destacar que Mateo Kovačić, de quien se había pronosticado un marcaje a Messi en la primera mitad pero ocupó una puesto más adelanto en el campo, retrocedió su posición para incrustarse entre los dos centrales. Los culés primero avisaron con la asociación Leo Messi-Jordi Alba-Andrés Iniesta para un chut de Suárez a las manos, después no perdonaron. Robo y giro magnífico de Sergio Busquets para jugar la pelota con Ivan Rakitić que, con muchos metros por delante y aprovechando que su compatriota Kovačić se va con Messi recorre todo el carril central en tres contra dos. Analiza a la perfección la situación y en el momento exacto juega la pelota a la derecha con Sergi Roberto, que infravalorado está este jugador, que se la pone en bandeja de plata a Luis Suárez para batir por bajo a Keylor Navas. Es el décimo tanto en la competición doméstica del charrúa, quinto contra el Real Madrid. Corre el minuto 54 cuando se ha desecho el empate.
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Los hombres de Ernesto Valverde, con Leo Messi totalmente activado, Luis Suárez con la escopeta cargada y Paulinho en su línea positiva, rondaban el segundo tanto. Por el camino Sergio Ramos veía la cartulina amarilla en una jugada donde agrede precisamente al uruguayo. Los tres serían los protagonistas de una acción que terminaría por cambiar el devenir del encuentro. Messi deja a Suárez con todo a favor hasta en dos ocasiones, primero estrellándose ante el portero costarricense y luego ante el palo, hasta que en la tercera solo una parada digna de un portero de Dani Carvajal pudo evitar el tanto de Paulinho. Una vez expulsado el lateral madridista, Messi procedió con el lanzamiento de la pena máxima firmando el segundo tanto con un chut a la escuadra inalcanzable. 
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El partido se le ponía muy de cara al FC Barcelona. Sin embargo los blancos, pese a verse afectados por la expulsión, no se rendirían y firmaron dos cambios ofensivos buscando su suerte. Primero tendría que venir el correspondiente de tapar la herida de la expulsión, entrando Nacho Fernández en detrimento del pitado Karim Benzema. Posteriormente saltarían al césped Gareth Bale y Marco Asensio, mandando Zidane a Casemiro y Kovačić al banquillo. El aire fresco del galés y el joven mallorquín acercarían aún más el ansiado tanto que metería a su equipo en el partido, pero no pasaría de eso. Isco no jugaría ni un minuto, aún sabiendo el daño que este futbolista ha causado en los anteriores precedentes.
Mientras tanto, el FC Barcelona a lo suyo, gustándose y rondando el tercero con un disparo de Messi que continuaba engrandeciendo la figura del ex arquero del Levante Keylor Navas. Iniesta abandonaba el terreno de juego para dar minutos a Nelson Semedo, que nada más entrar tendría el tercero en sus botas con una gran carrera apoyándose en Sergi Roberto y Messi, pero de nuevo salvador el meta. Al otro lado del cuadrilátero Bale y Sergio Ramos daban aún más puñetazos a un Marc-André ter Stegen imbatible. Es el mejor portero del mundo actualmente, sin discusión. Entraría André Gomes por Paulinho, pieza clave en el esquema barcelonista. Como se las ponían a Felipe II hizo Messi con el portugués, pero no acertó de cara a portería. El argentino alternaba sus regalos con jugadas personales, pero el doblete no llegaba. Entre medias ve la amarilla Busquets, que le acarrea suspensión. Y para jugar los últimos minutos sale Aleix Vidal sustituyendo a Sergi Roberto, de los que más había entrado en juego por parte de los visitantes, para convertirse a la postre en el protagonista final del partido. Con solo 3 toques al balón se convirtió en uno de los hombres más felices.
Tenía que nacer de una genialidad de Messi. Se echa al suelo para evitar que salga la pelota de los límites del campo, que sino ocurrió estuvo muy cerca, lanza la arrancada esquivando a Marcelo y perdiendo la bota derecha por el camino, envía un pase desde la derecha con la izquierda para Aleix Vidal para que, con un disparo raso que se cuela por debajo de Keylor llorando, firme el 0-3. La goleada quedaba redondeada en el 92’.
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jueves, 7 de diciembre de 2017

Alberto Contador Velasco, la carrera de un ciclista de leyenda

Quien le iba a decir a Alberto Contador Velasco, un chaval de Pinto que comenzaba a competir en esto del ciclismo a los 15 años, que terminaría siendo uno de los escaladores más brillantes, uno de los vueltómanos más laureados, y en definitiva, uno de los mejores ciclistas de todos los tiempos.

ONCE/Liberty Seguros, Discovery Channel, Astana, Saxo Bank Sungard/Tinkoff y Trek-Segafredo fueron los equipos que tuvieron el privilegio de tener en sus filas al legendario ciclista, uno de los mejores deportistas españoles de la historia. 846 días en carrera y 128098 kilómetros conforman una carrera profesional en la que para mí destaca, por encima de todo, la Triple Corona (en lo que a Grandes Vueltas se refiere). Imagínense la magnitud de esta hazaña que tan solo se cuelan en este Olimpo: el belga Eddy Merckx, los franceses Bernard Hinault y Jacques Anquetil, y los italianos Felice Gimondi y Vincenzo Nibali. Ellos 6 son los únicos que han sido capaces de vencer en Il Giro d'Italia, Le Tour de France y La Vuelta a España. Los dos primeros consiguieron un total de 11 y 10 entorchados respectivamente, pero Alberto es el único corredor que ha logrado triunfar por partida triple en las 3 vueltas ciclistas por etapas más importantes (3 Giros de Italia, 3 Tours de Francia y 3 Vueltas a España conforman el palmarés de este extraterrestre de la bicicleta.). 6 Grandes de forma consecutiva entre 2007 y 2011 (3 Tours, 2 Giros y 1 Vuelta). Aunque bueno, todo depende de si quieren creer o no estas líneas, las cuales anulan todos sus resultados cosechados entre el 5/8/2010 y el 5/8/2012, de forma que se le desposee de un Giro y un Tour. Una sanción por clembuterol altamente controvertida, de la cual Alberto siempre ha defendido su inocencia. Un caso de dopaje que nunca llegó a ser probado y que trajo consigo el desprecio hacia el pinteño de muchos aficionados al ciclismo.

A continuación, en este artículo a modo de homenaje, les repaso cronológicamente la carrera de Alberto Contador, haciendo especial hincapié en sus participaciones en las Grandes Vueltas y destacando sus grandes hazañas.


2003. Debut profesional y primera victoria.
En el año 2002, un año antes de introducirse en el circuito profesional, Alberto Contador se proclamaría campeón de España de contrarreloj sub-23. La temporada siguiente, el equipo ONCE-Eroski le brinda su debut como profesional en la Vuelta Ciclista a la Comunidad Valenciana, entre el 25 de febrero y el 1 de marzo. Tomaría parte en carreras como Critérium International y en la segunda mitad de la temporada llegaría su primera victoria. Sería el 14 de septiembre en la etapa 8 del Tour de Pologne, donde recorrería 19km contra el crono entre Jelenia Góra y Karpacz más rápido que ciclistas como Jens Voigt.
2004. Alberto esquiva la muerte. La mayor de sus victorias.
Contador completa 4 meses de competición excelentes. Se mete entre los 10 mejores en varias etapas, brillando sobre manera en la Paris-Nice. En la carrera francesa debutaría con un fantástico 5º puesto, y de ella se despediría con una 7ª posición en una etapa de montaña en la que se muestra a la altura de ciclistas como Levi Leipheimer. Llega el mes de mayo y Alberto participa en Vuelta a Asturias, carrera en la que la magnitud de sus éxitos futuros se engrandecería aún más. No hacía ni 2 años que el madrileño había debutado en el circuito profesional cuando, con solo 21 años, sufrió en plena carrera un ictus, una hemorragia cerebral. El madrileño cayó de la bicicleta y sufrió convulsiones, las cuales volverían a repetirse días después ya en su casa. Todo ello fruto de un cavernoma cerebral del que sería operado en el hospital Ramón y Cajal y que, afortunadamente, terminaría superando. Podría haber terminado como una persona dependiente para el resto de su vida pero, no solo volvería a la bicicleta, echando a rodar en noviembre, sino que lo mejor estaba por llegar. AVISO: las imágenes pueden herir su sensibilidad.
2005. Vuelta a la competición y primera participación en el Tour.
Tras 6 meses  en los que no pudo coger la bicicleta, retoma los entrenamientos en noviembre y llega a tope al Tour Down Under firmando un retorno inmejorable. Alberto conseguiría en la 5ª etapa de la carrera australiana su 2ª victoria como profesional, lanzando así un año con muchos triunfos. Entre marzo y abril conseguiría ni más ni menos que 4 victorias más: una etapa en la Vuelta al País Vasco y otra en el Tour de Romandie, y su primera victoria en una general en la Setmana-Catalana, adjudicándose además una etapa. En un estado de forma excepcional Contador llegó al Tour de Francia, dispuesto a tomar parte en su primer Gran Vuelta. Imposible encontrar mejor escenario. Saldó su debut en la ronda francesa con un meritorio 31º puesto, en una clasificación general donde el más fuerte fue el sancionado Lance Armstrong, la mayor mentira de la historia del deporte. Aquel supuso el último de los 7 sucios Tours del estadounidense, los cuales quedarían desiertos. Despuntó en la clasificación de los jóvenes, terminando en 3ª posición solo por detrás de Yaroslav Popovych (Discovery Channel) y Andrey Kashechkin (Crédit Agricole).
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2006. ¿Paso atrás? Más victorias, pero se queda sin Tour.
Alberto sigue creciendo como ciclista pero, en este 2006, apenas compite durante 3 meses. Eso si, le dio tiempo a conseguir buenos resultados (5º en la Vuelta al País Vasco o 4º en la Klasika Primavera) y alguna que otra victoria. La primera de ella la conseguiría en la etapa 3 del Tour de Romandie, donde finalizaría 2º por detrás de Cadel Evans. La 2ª y última también la conseguiría en el mismo país, en la etapa 8 del Tour de Suisse. Sin embargo, sus intenciones de disputar el Tour de France por 2º año consecutivo se desvanecieron, pues su equipo quedaba excluido de la competición al estar involucrado con la Operación Puerto, en la cual Alberto no tiene ningún tipo de relación.
2007. El despegue. 2º Tour y 1º triunfo en una Grande.
2007. ¿No conocías aún a Alberto? Pues estoy seguro de que aquí todo cambia. Con 24 años, Alberto Contador se consolida como uno de los mejores ciclistas del panorama internacional. Su lanzadera al estrellato. Aún se encontraba en el grupo de los jóvenes, pero Alberto llegó a su 2º Tour como uno de los candidatos al triunfo final en Les Champs-Élysées. Y es que venía de ganar: una etapa en la Vuelta a la Comunidad Valenciana, la general de la Vuelta a Castilla y León incluyendo una etapa y, su resultado más destacado hasta aquel momento, la Paris-Nice incluyendo 2 etapas. Contador brilló como nunca lo había hecho. Ya en el Tour, Alberto demostró que era uno de los gallos en la montaña (clasificación donde terminó 2º), además de que era uno de los más rápidos en las etapas contrarreloj. Alberto fue colándose entre los mejores de cada etapa y subiendo escalones en la general, hasta colocarse ni más ni menos que 2º de carrera. No olvidemos que era su 2ª grande. Bajo esta situación, la carrera daría un giro tremendamente inesperado pues, quien figuraba como líder de la misma Michael Rasmussen, sería expulsado de la carrera por su propio equipo (el Rabobank), de acuerdo con el Tour tras mentir acerca de su paradero meses atrás. De esto se aprovecharía Alberto, que pasaría a ser líder de la carrera y que con un 4º puesto en la penúltima etapa (CRI), se alzó con su primera grande con 23’’ de diferencia sobre Cadel Evans.
Pero antes de que Rasmussen se fuese a casa, el danés junto a Contador dejaron un episodio para la historia del ciclismo en la 14ª etapa, entre Mazamet y Plateau-de-Beille, un 22 de julio. La primera victoria de etapa de Alberto en la carrera impulsada por l’Auto en 1903. Un auténtico vendaval de ataques en los últimos 10 km en los cuales Rasmussen (maillot amarillo) y Contador (maillot blanco) se destaparían como los más fuertes. Uno intentó dejar atrás al otro y viceversa, pero la victoria terminaría siendo para el español al sprint.
2008. La Triple Corona con un doblete histórico: Giro y Vuelta. ¡Qué cerca la medalla olímpica!
Para mí no cabe duda de que 2008 es el mejor año de Alberto Contador como ciclista profesional. Una vez ganado el Tour, llega la hora de afrontar nuevos retos, de debutar en el Giro y La Vuelta. Una cosa estaba clara, si conseguía rendir al nivel al que lo hizo en el Tour, iba a ser muy difícil que alguien pudiese competirle el triunfo final. Para “calentar”, nótese la ironía, fue el mejor en la Vuelta a Castilla y León, ganando además 2 etapas. Tampoco podrían hacerle sombra en la Vuelta al País Vasco, donde fue el mejor en 3 días. Alberto es en este momento imparable. Llega al Giro y, pese a no conseguir ninguna victoria de etapa, Alberto es más regular que el resto de competidores. Se mantiene en las posiciones cabeceras, tanto en la montaña como en las cronos individuales, alzándose así con su primer Giro en el debut. Terminaría con 1' 57'' de renta sobre el segundo clasificado, el italiano del Saunier Duval Riccardo Riccó, y 2' 54'' sobre el 3º Marzio Brusehin (también italiano, del Lampre).
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Tras dos meses de descanso, Contador toma parte en la Clásica Ciclista San Sebastián (26º), y de ahí se dirige a China para tomar parte en los Juegos Olímpicos de Pekín, sus primeras y finalmente últimas olimpiadas. Primero llegaría la prueba de ciclismo en ruta, donde Alberto abandonaría y el ovetense Samuel Sánchez se alzaría con un oro histórico. Días después llegaría la competición de contrarreloj individual. Aquí Alberto tendría oportunidades de hacerlo muy bien, y el arranque fue altamente esperanzador. En el primer tramo hizo valer su condición de escalador marcando el mejor tiempo. Pero los especialistas irían comiéndole terreno, de forma que a Alberto se le terminarían escapando las medallas, el bronce, por solo 8 segundos. Tendría que conformarse con el diploma olímpico en una competencia donde el oro sería para el suizo Fabian Cancellara, la plata para el sueco Gustav Larsson y el bronce del estadounidense Levi Leipheimer.
Embed from Getty Images ¿Y qué mejor manera de sobreponerse a este palo que ganando en La Vuelta? Pues dicho y hecho. Alberto compitió por 1ª vez en la Gran Vuelta española y nadie fue capaz de evitar el doblete histórico. Portando el maillot de líder durante las últimas 9 etapas, Contador consiguió 2 victorias de etapa y de manera consecutiva (12ª y 13ª). La 1ª en L’Angliru, donde se impuso con una buena renta sobre el resto de sus rivales por medio de una auténtica exhibición. En aquella ocasión Valverde fue 2º y 3º Purito Rodríguez. La segunda en Fuentes de Invierno, propinando un ataque a un kilómetro del final a Leipheimer y Ezequiel Mosquera, quien había dinamitado la carrera instantes previos sacando de punto a varios rivales en una selección espectacular. Finalmente Alberto terminaría imponiéndose en la general sobre su compañero del Astana Levi Leipheimer, a quien sacó 46’’. Justamente quien le había privado en última instancia de las medallas en los Juegos Olímpicos.
2009. La cuarta corona consecutiva, el 2º Tour.
Nadie puede con Alberto Contador que ya tiene la Triple Corona, habiendo vencido en las 3 Grandes de forma consecutiva. Y arrancó el año como terminó el anterior, ganando. Fue el mejor en la 35ª edición de la Volta ao Algarve, donde triunfó por primera vez apuntándose además una etapa. Continuando con la preparación del plato fuerte del año, continuó a gran nivel llevándose 2 etapas en la Paris-Nice (4º GC), siendo 2º en la Vuelta a Castilla y León, ganando otras 2 etapas más la general en la Vuelta Ciclista al País Vasco y, tras ser 3º en la Critérium Du Dauphiné Libéré, quedando campeón de España de contrarreloj. Dispuesto a repetir triunfo en la gran ronda francesa, el ciclista conocido como ‘El Pistolero’ por su característica celebración volvió a plantarse en el Tour. Y esta vez no sería tarea fácil, pues tendría que superar una tremenda tensión dentro de su equipo, el Astana, con la vuelta tras 3 años de retirada de Lance Armstrong. En la primera etapa solo Fabian Cancellara conseguiría superarlo en la crono individual, terminando en 2ª posición. La carrera siguió su curso y el maillot amarillo pasó a recaló en el italiano Rinaldo Nocentini, que lo vistió desde la 7ª etapa, hasta llevarlo por última vez en la número 15. Había llegado el momento para que Alberto Contador, que iba 3º a 6’’ del líder, se exhibiese. Con un ataque a 5 kilómetros de meta, ni el empuje de Andy Schlek ni la ayuda de sus propios compañeros al 'otro líder' Armstrong, pudieron evitar que el español se colocase como líder en Verbier, llegando a meta con una diferencia muy amplia. Con ganas de más, conseguiría batir en la 2ª crono individual a Cancellara, imponiéndose en un emocionante final por solo 3’’. Ya con 2 victorias parciales en la carrera y con una ventaja de 4’11’’ con Andy Schleck, teniendo como 3º a 5’24’’ al posteriormente descalificado Lance Armstrong, Contador sentenció sobradamente su 2º Tour en solo 3 participaciones.
8/5/2010-8/5/2012. Sanción por dopaje que anula todos sus resultados en dicho período, incluyendo la desposesión del Tour 2010 y Giro 2011.
Alberto Contador sigue siendo el mejor ciclista del mundo. El madrileño, con esa ambición de seguir ganando, vuelve a prepararse por segundo año consecutivo para disputar únicamente el Tour, con el objetivo de repetir triunfo. Primero tendría tiempo para sumar más victorias al palmarés, las cuales fueron previas a la sanción: Volta ao Algarve + 1 etapa, Paris-Nice + 1 etapa, Vuelta a Castilla y León + 1 etapa y 2 etapas en una Critérium du Dauphiné donde terminó 2º. En esta última Alberto se impondría en Alpe d'Huez en un gran etapa al ganador final Janez Brajkovič.
Top 10 de etapa hasta en siete ocasiones, entre las cuales destacan dos segundos puestos en Mende y el Tourmalet, le valieron a Alberto Contador para hacerse con su 3º Tour sacando 39'' al luxemburgués Andy Schleck. Sin embargo, tanto el pinteño como el 3º clasificado Denis Menchov, terminarían siendo sancionados perdiendo así dichos resultados. Un Tour marcado por la polémica, pues Alberto Contador le arrebataría el maillot amarillo a su gran rival de aquellas ediciones en la carrera, el menor de los Schleck, con un ataque en la etapa 15 con final en Bagnères-de-Luchon, inmediatamente después de que se le saliese la cadena al luxemburgués. Este hueco, sumado a un buen resultado en la crono final le darían el triunfo a Alberto.
Además del Tour 2010, la sanción también le arrebataría varios triunfos a Alberto Contador además del Giro 2011, tales como la Vuelta ciclista a la Región de Murcia incluyendo 2 etapas, la Volta Ciclista a Catalunya más un triunfo de etapa o una victoria en la Vuelta a Castilla y León. En la gran vuelta italiana sus tremendos ataques le sirvieron para llevarse la 8ª etapa, con final en el Etna, vistiendo desde ese momento hasta el final de la carrera la Maglia Rosa, es decir, durante 13 días consecutivos. 6 victorias en Grandes Vueltas de forma consecutiva. No hay lugar a discusión, él es el mejor de esto. Los cambios de ritmo del Pistolero no hacían más que agrandar las diferencias en la general, donde el fallecido Scarponi fue quien más cerca quedó del madrileño, 2º a 6’ 10’’. El madrileño, acostumbrando a realizar grandes papeles en las cronos, fue el más rápido en la cronoescalada de la 15ª etapa, donde su triunfo sirvió como homenaje a Xavi Tondo, ciclista del Movistar Team que el día anterior perdía su vida en un accidente doméstico en Monachil (Granada). Su casa.
Tour 2011. Se rompe la hegemonía. Ataque marca de la casa que a punto estuvo de tornarse en leyenda. 
Pero como todo en la vida, aquello que comienza, por muy bueno que sea, tiene un final. Y su racha de Grandes Vueltas consecutivos ganadas terminó en el Tour 2011. Pero una cosa siempre ha estado clara, si Alberto acostumbra a algo es a intentarlo hasta el final. Y en la 19ª etapa (antepenúltima) de este Tour donde terminaría 5º, el español intentaría uno de sus ataques lejanos marca de la casa, de los que pasan a la historia. En una jornada con 3 puertos legendarios como son el Telegraphe, el Galibier y el Alpe d’Huez, Contador atacó a 92 kilómetros de meta con la intención de reventar un TDF que tenía a Thomas Voeckler como líder. Solo Andy Schleck, como no, podría seguirle en el paso por el Telegraphe y posteriormente el Galibier. Una vez cazados, en lugar de permanecer en el grupo, un previsiblemente exhausto Contador imprimió un ataque inefable en las primeras rampas de Alpe d´Huez. Nadie se atrevió a seguirle en aquel momento. Pero aquel día el destino quiso ser cruel, pues el cansancio final propició la llegada de Pierre Rolland y Samuel Sánchez, quienes lo terminarían sobrepasando evitando su victoria final. Únicamente pudo sacarle a los hermanos Schleck y Cadel Evans 34 segundos, pero aquel episodio pasó a la historia del ciclismo. Andy se vestiría como líder ante un hundido Voeckler (acumulaba 10 días con el maillot de líder), aunque Cadel Evans sería el  ganador final con una gran CRI en Grenoble.
Los últimos resultados que la sanción terminaría retirando serían dos victorias de etapa en el Tour de San Luis competición disputada en enero de 2012.
2012. Hazaña histórica en La Vuelta a España.
El 6 de febrero de 2012 el TAS oficializaría la sanción de 2 años a Alberto Contador, desposeyéndolo de todo lo anteriormente mencionado. Sanción por un dopaje que, tal y como reconoció el propio Tribunal, no estaba probado.
Una vez pasados los efectos de la sanción, Contador volvió a la competición en el Eneco Tour, carrera en la que terminaría en 4ª posición y que le permitiría preparar la Vuelta a España a seis días de su arranque. Que mejor manera de reivindicarse, de tapar bocas y demostrar una vez más que es uno de los mejores ciclistas que se han visto, que triunfando en La Vuelta. Ya tocaba volver. Los precedentes eran buenos, pues su única participación en 2008 se saldó con el triunfo en Madrid.
Tanto en la montaña como en la contrarreloj Alberto Contador estaba entre los mejores. Ocho veces entre los diez primeros, entre las cuales 3 fueron segundos puestos. Estos resultados le valían para estar por encima de Chris Froome, 2º el año pasado (por detrás del heroico Juanjo Cobo) en su primera gran actuación, y de Alejandro Valverde, que cosechaba dos victorias de etapa. Sin embargo, Contador estaba 28’’ por detrás de Joaquim ‘Purito’ Rodríguez, ciclista del Katusha que estaba dispuesto a conseguir su primer triunfo en una Gran Vuelta. Purito sumaba ni más ni menos que 3 triunfos parciales, pero su sueño se desvanecería
Alberto, con una de las grandes gestas de la historia del ciclismo, dio la vuelta a la carrera en la etapa 17, un 5 de septiembre de 2012, con 177 kilómetros entre Santander y Fuente Dé. En la Collada de la Hoz, puerto de tercera categoría, el ciclista del Team Saxo Bank-Tinkoff Bank lanzó un ataque a 50 kilómetros de meta. Ninguno de los favoritos le siguió. Con la ayuda de sus compañeros Sérgio Paulinho (cliclista que le acompañado a más carreras de todo el pelotón con 62), Bruno Pires y Jesús Hernández (2º escudero más fiel con 51 carreras juntos), además de una colaboración con Paolo Tiralongo (ex-compañero), Alberto se plantó en solitario a 14 kilómetros de meta buscando una victoria de etapa utópica. Y tirando de sufrimiento y la épica, Alberto consiguió lo que parecía imposible. Llegó a meta con una distancia suficiente para hacer bueno su valiente ataque lejano, vistiéndose por 1ª vez en su carrera de rojo (sustituyó al amarillo en 2010) en La Vuelta. Machacó a Purito, que llegó a 2’ 37’’. Valverde fue el que más cerca llegó, a tan solo 7’’. El 4º de la carrera, Froome, a 4’ 58’’. El pinteño aguantó la ventaja hasta el final y se alzó con su segunda Vuelta en un podio 100% español, seguido de Valverde y ‘Purito’. Una gesta para la historia de este deporte.
2013. Centésima edición del Tour y fuera del podio por segunda vez consecutiva.
Con 7 Grandes Vueltas en el palmarés, en Alberto surgen nuevas motivaciones. Toma parte en varias Clásicas en las que destaca, por encima de todas, su victoria en la Milán-Turín, la clásica más antigua de Italia (1876). Así mismo, consigue una victoria en el Tour de San Luis además de otros buenos resultados, aunque llega al Tour 2013 a priori con menos posibilidades de triunfar. Primero debutaría en el Tour de Oman, donde viviría un encarnizado duelo con Chris Froome (3 años menor que él), quien termina batiéndolo en la general forjando una ‘rivalidad’ entre ambos. Pero en la ronda francesa no consigue estar a la altura del británico, terminando 4º en la clasificación general a 6’ 27’’. Para Froome esto solo sería el comienzo de una hegemonía, y es que actualmente acumula 4 Tours. En aquella edición ocuparía el segundo escalón Nairo Quintana, colombiano que ya desde su 1º Tour comienza a meterse entre los primeros puestos. Otro nuevo rival. 3º sería Purito Rodríguez, su mejor resultado en la carrera francesa. 
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2014. Retirada del Tour con fractura de tibia, escondiendo una gran proeza.
Desde 2007 Contador había conseguido algo monstruoso, había ganado al menos una Gran Vuelta. Hasta 2013. Demostrando una vez más su carácter ganador, el pinteño realiza dos cambios en cuanto a su preparación que le terminarían dando un buen resultado durante la temporada. Cambiaría de aires desplazándose a entrenar a las Islas Canarias, de forma que entra en competición en febrero en lugar de enero. Llega al Tour en mucha mejor forma que el pasado año: vence en la etapa reina de una Volta ao Algarve en la que termina 2º, se impone en la Tirreno-Adriático (superando a Nairo Quintana) añadiendo dos victorias parciales a su palmarés, es 2º (por detrás de ‘Purito’) en la Volta Ciclista a Catalunya, vence en la Vuelta Ciclista al País Vasco donde consigue la victoria en la primera etapa atacando y batiendo a Valverde, y en la Critérium du Dauphiné vuelve a ser 2º, esta vez tras Andrew Talansky, en una carrera marcada por sus ataques y donde mantiene más batallas con Froome. Casi nada. Dando una buena imagen ante sus rivales directos, el corredor del Tinkoff vería como todo se truncaría en la gran cita, el Tour. Mientras marchaba 9º a 4’ 08’’ del líder por un día Tony Gallopin, Contador tendría que abandonar en la etapa 10, con salida desde Mulhouse y final en La planche des Belles Filles. Una caída que dentro descubre una gran proeza.  
Contador cae en el Petit Ballon a una velocidad de 77 km/h sufriendo una fractura de tibia. Lejos de retirarse, Alberto continúa en carrera, interrumpiendo por un momento su marcha para recibir un vendaje del médico, ya que salía mucha sangre de su pierna. Con la ayuda de sus compañeros supera el Col du Platzerwasel, de 1ª categoría, ¡minuto y medio más rápido que el pelotón de los más fuertes con la tibia rota! Increíble. Pero el dolor se hace notar con más fuerza, hasta el punto de no poder aguantar más y, entre lágrimas, Alberto se retira del Tour. En aquella ocasión no sería el único de los gallos afectado por las caídas. Chris Froome, campeón de la anterior edición, habría tenido que abandonar días atrás por 3 caídas entre las etapas 4 y 5.
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2014. ¿Acabado? Renacer con la Tercera Vuelta a España pa' la saca.
Por suerte para él, la rotura de tibia solo le terminó obligando a estar en el dique seco 4 semanas, de forma que podría regresar a la competición en La Vuelta a España. Dadas las condiciones con las que se presentó a La Vuelta, el objetivo sería en un principio aspirar una victoria de etapa. Hacía 2 años que no ganaba en una grande, y esta ocasión claramente era la más complicada. El primer tramo de la carrera fue duro para el pinteño. Sin embargo, consiguió llegar a unas de las etapas decisivas como 2º de la general, por encima de Alejandro Valverde y tan solo a 3’’ del líder Nairo Quintana. Fue en la etapa 10 donde, en una contrarreloj individual entre el Real Monasterio de Santa María de Veruela y Borja, Alberto se vestiría de rojo. Su principal rival pasaría a ser Valverde (a 27’’), pues Nairo Quintana perdería 4’ 07’’ aquel día fruto de una dura caída (chocó con el guardarraíl en una curva). Froome era 5º en la general a 1’ 18’’.
Vestir de líder le sentó de fábula a un Alberto Contador que aguantaría el maillot rojo hasta el final y que por el camino se llevaría 2 triunfos de etapa. El primero de ellos sería en la etapa 16, entre San Martín del Rey Aurelio y Lagos de Somiedo. Froome se lanzó al ataque y tan solo Alberto pudo seguirlo. El británico trató de sacarlo de punto buscando conseguir su 2ª victoria de etapa en La Vuelta, pero Contador aguantó sus acometidas. Por si esto fuera poco, llevó el esfuerzo un paso más allá y con un ataque a menos de un kilómetro reventó a Froome, imponiéndose de este modo en un Alto de la Farrapona donde las diferencias crecieron. Una exhibición. Insaciable, Alberto conseguiría una segunda victoria parcial en la penúltima etapa de la carrera, la cual se desarrolló entre Santa Estevo de Ribas do Sil y el Puerto de Ancares, de categoría especial. Misma estrategia, aguantando los ataques del británico y esperando a rueda su oportunidad para lanzar un ataque y volver a imponerse sobre él. Solo él es capaz de hacer algo así, estaba muy fuerte. Corriendo en casa era imbatible, pues consiguió su 3ª Vuelta a España en 3 participaciones. De locos. Tan solo Roberto Heras, con triunfos en el 2000 y entre 2003 y 2005, cuenta con más triunfos en esta carrera que el madrileño, quien empataba con Tony Rominger (1992-1994).
2015. 3ª Corona en el Giro y 2ª Gran Vuelta consecutiva.
Por segunda vez en su carrera, Alberto Contador disputaría el Giro y el Tour en el mismo año. Y, casualidades de la vida, terminaría con el mismo resultado en ambas carreras que en el precedente. Alberto llegó a la gran carrera italiana con solo una victoria de etapa (en la Vuelta a Andalucía Ruta Ciclista Del Sol). Aprovechando el gran punto de partida que encontró con una 2ª posición en la crono por equipos del arranque, Contador apenas tuvo que esperar 5 etapas para ponerse líder. Sin embargo, la ventaja era de apenas 2’’ con Fabio Aru (3º en la pasada edición y 5º en la última Vuelta a España). Pese a sufrir una caída en la etapa inmediatamente posterior, en la que se dislocaría el hombro, Alberto consiguió mantener a ralla al italiano. Además, con un segundo puesto en la duodécima etapa aumentó la poca ventaja que tenía a 17’’. Pero una caída haría inútil lo conseguido, pues tras 8 días como líder de la carrera Aru se haría con el liderato con 19 segundos de ventaja.  “¡Qué poco dura la alegría en la casa del pobre!” terminaría diciéndose Aru. Al día siguiente tocaba crono individual y Alberto, con un fenomenal 3º puesto, vapuleó a sus rivales directos. Aru aquel día cedería 2’ 47’’, Mikel Landa (en su primera participación destacada en una grande), 4 minutos. De nada les serviría a sus dos principales oponentes llevarse 2 etapas consecutivas cada uno (Landa, 3º, las etapas 16-17; Aru, 2º, la 19ª y la 20ª), pues la diferencia que tenía Alberto era más que suficiente para llevarse una nueva victoria en el Giro. La tercera.
Pero esto no es todo. En la etapa 16, donde Mikel Landa consiguió su primera gran victoria en Aprica, Contador consumó una gesta estratosférica. Una más. Por el camino había que subir el Mortirolo, uno de los grandes colosos italianos, de esos escenarios donde solo los mejores escalador brillan. Un fallo mecánico en el descenso previo le costó a Contador llegar a la ascensión, de 12.8 kilómetros de distancia a una pendiente media del 10.1%, con un retraso de 50'' con Aru. Solo, sin ayuda de sus compañeros, debía de enfrentarse al desafío en solitario, a lo gran campeón. En una de las subidas más épicas que uno puede recordar, Alberto no solo alcanzó a Aru, sino que pasó la pancarta que indicaba el final del puerto con 1’50’’ de distancia sobre el italiano. Coronaría como 2º en un grupo con Kruijswijk, que aceleraría para pasar en primer lugar y llevarse un buen premio para la montaña, y Mikel Landa, quien trató de esperar a un jefe de filas que se hundió. Tremendo baño al italiano.

2015. El podio en el Tour es cada vez más complicado.
Como les dije anteriormente, los resultados de Alberto en las Grandes Vueltas en 2015 terminarían siendo calcados a los de 2011. Siendo el único en disputar previamente el Giro, terminaría 5º en la general de la 2ª Grande del año. Y eso que las cosas no empezaron nada mal para él, pues en la segunda etapa supo controlar la situación de abanicos sacando en línea de meta más de un minuto a Quintana y Nibali. Pasadas las primeras 9 etapas la situación era positiva: 5º en la general a 1’03’’ de Froome, siendo el 3º de los favoritos en la llegada a los Pirineos. Aquí el Team Sky demostró una supremacía abusiva, imponiendo un ritmo tremendo con Porte y Thomas para que Froome atacase llegando a la Pierre-Saint-Martin con ni más ni menos que 2’51’’ minutos sobre el español, 1’04’’ con Quintana y 4’25’’ con Nibali. Diferencias brutales a favor de Froome y un equipo Sky que consiguió el doblete (Porte llegó 2º). Alberto no cesaría en sus intentos pero le fue imposible recortar las diferencias que sus rivales habían asentado. Una caída en el descenso del Col d’Allos (etapa 17) le terminaría dejando definitivamente fuera de la lucha costándole 2’ en la general. Volvió a ser 5º por detrás de Froome, Quintana, Valverde y Nibali.

2016: Los principales objetivos, al garete.
Alberto no volvería a competir en 2015 después del Tour. Todo se centraba en preparar a fondo el Tour 2016 y los Juegos Olímpicos de Río. En el que, según sus palabras el curso pasado, sería su último año como profesional. Arrancó con una victoria de etapa y el 3º puesto en la general de la Volta ao Algarve. Después, hizo 2º en la Paris-Nice, quedándose solamente a 4’’ del líder Geraint Thomas. Allí intentó reeditar el ataque de Fuente Dé en busca de su 3º triunfo en la carrera, pues atacó a 50 kilómetros de meta en la subida a Peille, si bien es que desafortunadamente para él terminaría siendo cazado. Sin embargo, Alberto no se rendiría y en la última ascensión del día al Col d´Éze, con Thomas cortado, tiró para adelante junto a Tim Wellens y Richie Porte. Tras la bajada final el belga se llevaría la victoria y Contador terminaría 2º de la etapa, al igual que en la clasificación general, pues Thomas lograría recortar la diferencia suficiente en el descenso. A estos resultados le seguirían una 2ª posición en la Volta Ciclista a Catalunya y la victoria en la general, añadiendo una etapa, en la Vuelta Ciclista al País Vasco. La carrera inmediatamente anterior al Tour sería la Critérium du Dauphiné, donde vestiría el maillot de líder tras triunfar en la cronoescalada inicial, terminando finalmente 5º. Ante semejante inicio de año, Contador anunciaría su decisión de continuar al menos 2 años en el ciclismo profesional. Nunca llegaría a cumplirlo, pues 2017 iba a ser su final.
Y llegó al Tour con las sensaciones de que estaba en un momento de forma “prácticamente perfecto”, añadiendo que “nunca se había sentido tan bien y fresco exceptuando el año 2014”, donde llegaba a la ronda francesa como máximo favorito para las apuestas. Pero su ya habitual gafe con las caídas en el Tour volvería a aparecer. En el primer día el impacto contra el bordillo de una isleta le costó la primera de ellas, una muy fea que le dejaba todo el costado derecho tocado. En la segunda volvió a caer y, en 2 etapas donde a priori no debería de haber cedido ni un solo segundo, a Alberto ya le caían 48’’ con Froome o Quintana. Pese a seguir perdiendo algo de tiempo con los favoritos, continuó en carrera, hasta la etapa 9. Todo lo arrastrado añadido a una fiebre terminaron por mandarlo a casa por 2ª vez. 2 de las últimas 3 ediciones.
Con los Juegos Olímpicos a la vuelta de la esquina, Alberto se hizo pruebas para comprobar si tenía alguna lesión grave que le impidiese a la postre atender la cita olímpica. Múltiples lesiones y roturas fibrilares en las piernas terminarían con su sueño de competir en Río.

2016. Gran hazaña en la Vuelta a Burgos. Por primera vez no gana en La Vuelta a España, pero deja su huella en Formigal.
Pero el pinteño está hecho de otra pasta y lo volvió a demostrar en la Vuelta a Burgos, prueba inmediatamente anterior a La Vuelta de la que salió como triunfador. En el 3º día de competición atacó en un llano realizando una declaración de intenciones. Ya en la 5ª y última etapa, con una frialdad extrema, dejó marcharse a Sergio Pardilla (18’’ por detrás de Alberto en la clasificación) en solitario hacia la meta de Lagunas de Neila. Neutralizó los cambios de ritmo de Ben Hermans y en las duras rampas finales lanzó un ataque impresionante recortando hasta 50’’ en 600m al ganador Pardilla, arrebatándole por 1’’ al triunfador del día la victoria en la general. Una hazaña épica. Recuperado moralmente, Alberto tomó parte de La Vuelta 2016.
Empezó por detrás de los favoritos desde la primera etapa donde, en una contrarreloj por equipos, terminó a 52’’ del grupo Froome/Quintana y a 46’’ de Chaves, quienes coparían finalmente el podio. En la 3ª etapa, con final en el Mirador de Ízaro, la distancia con sus rivales se amplió aún más (28'' con Froome/Chaves y 22'' con Quintana). En la Camperona (8ª etapa) atacó Froome marchándose con Quintana, y esta vez Alberto conseguiría seguirles los ataques. El colombiano dejó al británico y se puso líder en la llegada. Contador, que se quedó del dueto, lanzó un buen ataque en la rampa final rascando algunos segundos y aupándose de la 12ª a la 7ª posición en la general. En Lagos de Covadonga (10ª), Nairo es el más fuerte ganando la etapa y recuperando el liderato que le arrebató el día anterior en el Alto del Naranco David de la Cruz. Contador sigue escalando en la general y ya es 5º, pese a llegar a 1' 02'' del colombiano, a 37'' de Froome y 3'' de Chaves. Si bien en Peña Cabarga (11ª) las diferencias fueron mínimas, Alberto perdió 8 segundos, en l'Aubisque las opciones de podio se le complicaron aún más. Chaves fue el mejor de los favoritos, sacándole casi un minuto a Contador, que descendía al 6º puesto en la general.
En esta coyuntura, Alberto decidió preparar en Formigal una de sus escabechinas marca de la casa atacando desde lejos y reventando la carrera. La táctica sería la misma que en gestas anteriores: el Tinkoff tiraría en los primeros kilómetros rompiendo el pelotón y desmontando brutalmente al Team Sky. Solo podrían seguirle Nairo Quintana y Gianluca Brambilla para la disputa de la etapa. En aquella ocasión el italiano se llevaría finalmente el triunfo, Quintana (2º) aumentaría su ventaja en 3'37'' asegurándose la victoria final y Contador (6º), asaltaría el 4º puesto a únicamente 5'' de Chaves y 25'' de Froome. Ya no el 3º puesto, sino incluso la 2ª posición, de golpe y porrazo estaban al alcance de su mano. Froome finalizó la etapa a 2'07'', Chaves a 1'19''. Un ataque histórico. Pero a 3 etapas del final el 2º puesto en la general quedaría prácticamente descartado, pues Chris Froome sería el más rápido en la Crono individual aventajando al madrileño (8º) en 1'57''. Desbancar a Chaves suponía recortar 1'11'', algo bastante más asequible. Pero en la penúltima etapa con final en el Alto de Aitana (categoría especial), Chaves se volcó en la lucha por el podio y finalmente lo consiguió. Por 13 segundos.

2017. Llega el final.
Tras 15 temporadas en la élite, Alberto escribe en 2017 el último capítulo de una carrera de leyenda. La decisión está tomada y no hay marcha atrás. Vuelta a Andalucía Ruta Ciclista Del Sol, Abu Dhabi Tour, Paris-Nice, Volta Ciclista a Catalunya, Vuelta al País Vasco, Critérium du Dauphiné y, para poner el punto y final, el Tour y la Vuelta.
Si por algo estuvo marcada la llegada a las 2 Grandes Vueltas fue por los segundos puestos. A Alberto se le resistían las victorias. Sería subcampeón en Andalucía, Paris-Niza, Cataluña y País Vasco, además de 4 etapas. Casi nada.

2017. Paris-Nice, otro ataque desde lejos.
Con una valentía tremenda, Contador hizo la enésima demostración de ciclismo ofensivo atacando, lanzado por Jarlinson Pantano, a 50 kilómetros de meta buscando el triunfo en la carrera. Llegaba a la última etapa con 23'' de desventaja con el líder Henao y, de una forma bestial, fue adelantando a todos los ciclistas que iban por delante sin que el colombiano pudiera seguirle. Llegó a disponer de la renta suficiente en los últimos kilómetros, pero el colombiano del Sky se encontraba en un grupo más numeroso y consiguió recortar la renta suficiente como para llevarse el triunfo en la general por 2’’. En el terceto cabecero la victoria iría a parar a David de la Cruz, Contador sería 2º y Marc Soler 3º.

2017. El último Tour.

Defendiendo a su nueva escuadra, el Trek-Segafredo, Contador se despidió del Tour, aunque las cosas no le fueron tan bien como hubiera deseado. Era su 10ª participación en “La carrera”, donde terminaría 9º en la general. Algo que a él, un hombre de triunfos, no le importaba demasiado. En la crono inicial el Pistolero no tuvo ni mucho menos su mejor resultado, pues cedió 42'' con Froome, que terminó 6º. Solventando de buena manera el 1º reto en la montaña, con la ascensión a La Planche des Belles Filles, Alberto se aupó hasta la 8ª posición de la general en la 5ª etapa. Sin embargo en la 9ª de las pruebas, con 181,5km entre Nantua y Chambéry y 3 puertos Hors Catégorie (Col de la Biche, Grand Colombier y Mont du Chat), Alberto sufrió un infierno. Una caída en el Colombier y una gran pájara en el Mont du Chat acabaron con sus opciones llegando a la línea de meta a 4'19'’. Aquel día saldría incluso del Top 10, algo destacable en un “superclase” como él, que tanto había malacostumbrado. Como no podría ser de otra manera, Alberto no iba a abandonar el Tour sin dar guerra, sin dejar de mostrarse combativo, sin luchar. Atacó todo lo que pudo y más. En la duodécima etapa, entre Pau y Peyragudes, buscó atacar en el Port de Balès, aunque sin éxito. Finalmente aquel día perdería el contacto con el grupo de los favoritos en el Peyresourde y le caerían casi 2' más. No estaba siendo su Tour. En el 14 de julio, fiesta nacional de Francia, busca de nuevo un ataque lejano, de esos que le salieron tan bien en el pasado, siguiendo a Warren Barguil (peleaba el maillot de lunares) y acompañado por Mikel Landa. Junto a su compatriota recorre varios kilómetros de la etapa para, finalmente, pelear por el triunfo junto a Barguil y Quintana además del gregario estrella de Froome. Barguil sería el triunfador y Contador (3º) volvería a colarse entre los 10 mejores de la general, sacando 1’48’’ al grupo de los favoritos. Una nueva caída y un corte en una etapa con abanicos le hace perder más tiempo a un Alberto Contador que vuelve a probar fortuna atacando ni más ni menos que a 125km de meta, en el plato fuerte de los Alpes, la Croix de Fer, donde bate el récord de la ascensión más rápida del puerto en el Tour. Consigue superar en solitario el Col du Télégraphe pero, en las rampas finales del Galibier, es cazado por sus perseguidores. Termina perdiendo medio minuto con los más fuertes pero es 9º en la general. En el Izoard el mejor escalador de la edición, Warren Barguil, vence por 2ª vez y lo adelanta en la clasificación, si bien es que Contador se la devuelve en la penúltima etapa con una Crono en Marsella. Allí es 6º, solo superado por Froome, terminando con buenas sensaciones un Tour en el que acaba como 9º, su último Tour.

2017. La Vuelta, la triste despedida, el inolvidable adiós.
Llega el final y el apoyo de los aficionados al ciclismo se torna increíble. Pese a que siempre quedarán aquellos que tantos palos le dieron y le darán a causa de la sanción por dopaje, una gran mayoría se vuelca con Alberto Contador. Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, debe ser algo así. Si algo había dado a largo de su carrera Alberto Contador es espectáculo, emoción. Siempre con un ciclismo valiente, ofensivo, muy agresivo, repleto de ataques, algunos desde más cerca y otros desde muy lejos, esos que nadie se atreve a realizar. Se despidió del ciclismo profesional a su estilo, atacando prácticamente todos los días. La carrera tendría un líder prácticamente implacable, Chris Froome, con el maillot rojo desde la 3ª jornada. Precisamente Alberto se mide al británico y puede decirse que termina encontrándose prácticamente a su mismo nivel. Una pájara en Andorra termina marcándole el devenir en una clasificación general en la que pierde 2’33’’ con el británico. Levantando a la gente del sofá, acompañado del aliento de tantos y tantos aficionados que él mismo ha empujado a encender la televisión y salir a la carretera, Alberto va escalando posiciones con sus ataques, los cuales a veces terminan resultando ineficaces, pero espectaculares. Que es lo que buscan los aficionados, el espectáculo. Realiza una crono individual fantástica en la 16ª etapa, entre Circuito de Navarra y Logroño, terminando en 5º lugar y colocándose en dicha posición en la general, adelantando a 4 corredores. Le quedaban 2 oportunidades de despedirse por todo lo alto en la montaña, su terreno.
Los Machucos, penúltima bala en la recámara.
Subida infernal, inédita en La Vuelta. El hambre de conseguir la victoria podría saciarse este día. Consigue aguantar en el grupo de los mejores y, a 6 kilómetros de meta, decide cambiar el ritmo en unas rampas durísimas. Tan solo el escalador colombiano Miguel Ángel López, ganador de 2 etapas explosionando, es capaz de seguirlo. En el Sky seguro que pensaron que no llegaría muy lejos. Aparentemente con mucho sentido, y es que era más que probable que Alberto terminase pagando todos los esfuerzos que acumulaba, no solo de aquel día, sino en toda la carrera. Pero no. Con un ritmo de otro mundo soltó al colombiano, fue adelantando a los corredores fugados y terminó 2º en la línea de meta. Voló por el puerto cántabro en una exhibición espectacular. Único en su especie, no hay nadie que consigue algo así en su despedida. Aún quedaba el triunfo.
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L’Angliru y el final soñado, el último disparo.
Penúltima etapa de La Vuelta, última en la montaña. 117 kilómetros y medio entre Corvera de Asturias y el Alto de l’Angliru. Que mejor despedida que en el legendario puerto donde ya consiguió la victoria en 2008. Alberto llega como 5º en la general, a 3'34'' del líder Froome, a 1'57'' del 2º Nibali y a 1'17'' de los puestos de podio, que lo marca Wilco Kelderman. El 4º era Ilnur Zakarin, a 1'05''. El escenario planteaba de primeras un día histórico: lluvia y frío. A 13km de meta, en la bajada inmediatamente previa a l'Angliru, Contador abre hueco con la ayuda de Jarlinson Pantano y junto a su pupilo Enric Mas, rumbo al triunfo soñado. La renta va en aumento y a 10km del final Alberto sigue adelante, ya sin Pantano, con la colaboración del balear y Simon Yates. Un kilómetro más adelante alcanza a Bardet y Marc Soler. Alberto tira hacia adelante en su grupo y en el pelotón el Sky, Sunweb y Bahrain-Merida hacen lo propio buscando disminuir las diferencias. A 6 de meta solo Marc Soler puede seguir el ritmo del ganador de 9 Grandes Vueltas. Una imagen preciosa. A 5,4km Alberto se va en solitario hacia la meta del coloso Angliru. Imprime un ritmo estratosférico, llevando el sufrimiento al extremo y alcanzando diferencias que podrían ser suficientes para asaltar el 2º puesto. La etapa adquiere una epicidad tremenda. Se van acercando por detrás, principalmente Poels y Froome, y el cansancio es cada vez mayor para Alberto. Se le terminó escapando el podio (4º, solo puede adelantar a Kelderman), pero eso es lo de menos. Tras mucho sufrimiento consiguió la victoria, su primera y única en 2017, en un día absolutamente memorable en l'Angliru. Un histórico último disparo.
Muchas gracias por todo Alberto, se te echará mucho de menos.