lunes, 30 de julio de 2018

Ganadores y perdedores del Tour de Francia 2018

GANADORES
- Geraint Thomas.
El que avisa no es traidor. El galés llegaba al Tour de Francia con unas sensaciones inmejorables, preparado para liderar al todopoderoso Sky en caso de ser necesario. Desde 2013 vivió a la sombra del tetracampeón Chris Froome, como segunda espada, pero en esta edición del Tour cambiaron las tornas. Dos triunfos, en La Rosière Espace San Bernardo (llevando desde ahí el amarillo durante 11 días) y Alpe d'Huez (nadie había ganado en la historia del Tour aquí vistiendo el maillot de líder), y la sensación de ir sobrado. Thomas en ningún momento dio muestras de debilidad, no sufrió ni un solo bajón. Muy sólido, no sólo resistiendo los ataques de todos sus rivales, sino que incluso aumentando la renta día tras día. Con su 1º Tour de Francia (y primera Gran Vuelta), Thomas engrandece un palmarés envidiable. Forjado en la pista, en el pasado fue campeón de Europa (persecución por equipos), triple campeón del mundo (persecución por equipos) y dos subcampeonatos (en la modalidad susodicha y en Madison), y dos oros olímpicos en la modalidad que más éxitos le dio.
- Peter Sagan.
El ciclista eslovaco ha hecho historia ganando su 6º maillot verde (de los puntos) en el Tour de Francia, empatando a Erik Zabel como el ciclista de la historia que más veces lo ha conseguido. Y aún le quedan varios Tours más al del BORA-hansgrohe. No tuvo rival, y es que ya en la etapa 16 se aseguró matemáticamente subirse al podio de París. Consiguió 3 triunfos parciales: en La Roche-sur-Yon (etapa 2, vistiendo por un día el maillot de líder), Quimper (etapa 5) y Valence (etapa 13). Acumula 11 victorias en el Tour, siendo el 4º ciclista en activo que más tiene. Así mismo, ocupa el mismo puesto sumando Giro, Tour y La Vuelta. El triple campeón del mundo de ciclismo en ruta tuvo que sobreponerse a una caída bajando el Col de Val Louron-Azet, puerto previo al inédito final en Col du Portet, la cual le lastró para lo que quedaba de Tour. En ocasiones, esto no se valora lo suficiente. Lo peleó en Pirineos más que en ningún otro escenario.
- Julian Alaphilippe.
El del Quick-Step Floors es un ciclista total, y cuando está de dulce y las piernas le responden, es muy difícil de parar. A sus 26 años vivió un Tour de Francia que a buen seguro no olvidará. El corredor francés se coronó por partida doble, llegando el primero a meta en Le Grand-Bornand (etapa 10) y Bagnères-de-Luchon (etapa 16), peleando cada punto en la montaña e incluso atacando en los descensos. Con una enorme valentía y entrega encontró un premio muy valioso, el maillot de la montaña, superando holgadamente a su compatriota Warren Barguil, ganador del jersey de lunares en la pasada edición. Acumula ya 7 triunfos en 2018, viviendo con 26 años su mejor temporada como profesional.
- Egan Bernal.
Presente y futuro del ciclismo colombiano y el Team Sky, llamado a ser el relevo generacional de Chris Froome. Con tan solo 21 años, el completísimo escalador tuvo un debut de ensueño en el Tour de Francia, estrenándose en una Gran Vuelta. Se codeó en la montaña con los mejores, tirando del grupo de los favoritos a la general y haciendo selección. Y lo más importante, salvando en varias ocasiones a Chris Froome, siendo su ángel de la guarda. Demostró estar para mucho más. Seguiremos su meteórico progreso muy de cerca. Apunta seriamente a futuro ganador de Grandes Vueltas.
- Primož Roglič.
De campeón del mundo junior en saltos de esquí a cuarto en la general del Tour de Francia, la de vueltas que da la vida. Y es que el ciclista eslovaco ha vuelto a demostrar que es algo más que uno de los mejores contrarrelojistas del mundo (plata en el Mundial del año pasado). De hecho, es curioso porque precisamente se esperaba mucho más de él en una CRI en la que obtuvo el octavo puesto. Estuvo con los mejores en la montaña, dando guerra al Sky y saltando al ataque en varias ocasiones, a destacar en la etapa con final en Col du Portet. Gran bajador, un ataque en el descenso del Aubisque le valió para conseguir su 2º triunfo en el Tour de Francia, después de que el año pasado se estrenase en una etapa con la Croix de Fer, Télégraphe y el Galibier. 8 victorias en 2018.
- Tom Dumoulin.
Campeón del Giro de Italia y el Mundial de Contrarreloj, el líder del Team Sunweb se decidió por correr el Giro y el Tour este año. En la 1ª grande del año fue segundo, tan solo 46'' por detrás de Chris Froome, vistiendo el primer día el maillot de líder. Y en este Tour de Francia volvió a ser segundo, 1'51'' por detrás de Geraint Thomas, superando eso sí a Chris Froome. Tras hacerlo en la grande italiana, volvió a llevarse la contrarreloj individual en Francia. El neerlandés se consolida como uno de los grandes vueltómanos, practicando un ciclismo agresivo y para nada conservador, sino que ganador, y eso gusta.
- Lawson Craddock.
No ha ganado ni una etapa, no se ha llevado ningún maillot, pero el mero hecho de haber terminado el Tour de Francia lo convierte en un ganador. Corriendo en Team EF Education First-Drapac p/b Cannondale su 2º Tour, el estadounidense sufrió una caída en la primera etapa. Todo por culpa de un bidón en la zona de avituallamiento. Las consecuencias: ceja izquierda partida y escápula del hombro izquierdo fracturada. Pero no se rindió, aguantando en carrera haciéndose fuerte ante el imperante dolor hasta el final. Una hazaña digna de alabar. Por si esto fuera poco, había una motivación extra, y es que por cada final de etapa donaría 100 dólares al velódromo de Houston, lugar donde comenzó a cimentar su carrera deportiva. Farolillo rojo de principio a fin, algo nunca visto.
- John Degenkolb.
El 23 de enero de 2016, un accidente en Alicante mientras entrenaba con el que desde el año pasado es su ex equipo, el Team Giant-Alpecin, le cambió la vida. Tanto es así que estuvo a punto de morir, pero salió con vida y apenas le quedó una férula en un dedo de la mano como secuelas, aunque mentalmente la situación sería infinitamente peor. Todo apuntaba a que el 10 veces ganador de etapa en La Vuelta y una en el Giro no volvería a ser el mismo. Por si fuera poco, la muerte de un amigo que para él era como su segundo padre fue otro palo difícil de asumir. Pero el alemán volvió a tocar la gloria en Roubaix, con un triunfo muy emocionante en un auténtico estopón con 15 tramos de pavés, muchas caídas y pinchazos. Cómo no alegrarse.
- Omar Fraile.
Tras un 2017 en blanco, a España ya le tocaba una victoria de etapa en el Tour de Francia. El triunfo del corredor de Astana Pro Team en la etapa 14 puso fin a una sequía de 36 días de competición sin victoria parcial española. La última la había conseguido Ion Izaguirre en la etapa 20 de 2016. Ya tiene triunfo de etapa en el Giro y el Tour, le queda tan solo La Vuelta. Dejó su huella en Mende, allí donde Alberto Contador o Joaquim "Purito" Rodríguez ya inscribieron sus nombres en el pasado.
- Daniel Martin.
Premio a la combatividad, una designación más que justa a favor del corredor irlandés. Dan siempre lo da todo, lo intenta al ataque por activa y por pasiva, ofreciendo siempre espectáculo. Prefiere buscar su suerte afrontando el conveniente riesgo, y no se limita a mantenerse a rueda por un cuarto o quinto puesto en la general. Y eso, desde mi punto de vista, es digno de aplauso. 5 años después de su primer triunfo, consiguió en la etapa 6 con final en el Mûr de Bretagne Guerlédan su segunda victoria parcial en la carrera francesa.
- Greg Van Avermaet.
El mero hecho de salir como líder de la carrera de 8 etapas te tiene que convertir en un ganador. Objetivo cumplido. El amarillo fue el premio al buen trabajo de equipo (el BMC) en la contrarreloj por equipos de Cholet. Pudo lucirlo hasta el final de La Rosière Espace San Bernardo, puerto en el que no fueron suficientes los 2' 22'' de diferencia con Thomas, pues acabó cediendo 22' en línea de meta.

También sería preciso apuntar el debut del futuro gran dominador de las llegadas al sprint, Fernando Gaviria, que consiguió dos triunfos de etapa para acabar retirándose en la etapa de Alpe d’Huez. Así mismo, es preciso tomar en consideración la actuación de la otra gran espada del Team LottoNL-Jumbo, Steven Kruijswijk, que finalizó 5º en la general dando espectáculo especialmente en la subida a la Croix de Fer marchándose en solitario.
PERDEDORES
- Chris Froome. El británico, ganador de las ediciones de 2013, 2015, 2016 y 2017, no pudo esta vez a los Campos Elíseos con el maillot de líder, teniendo que conformarse con un 3º puesto, que no es poco. No pudo igualar esta vez los 5 triunfos de Anquetil, Merckx, Hinault e Induráin, y a sus 33 años, es posible que comience a alejarse de dicho objetivo. El líder del Sky nos tiene muy mal acostumbrados, y es que fue algo insólito verle con debilidad. No estuvo a la altura de sus anteriores triunfos, encontrando al gran rival en su propio equipo, también por supuesto en Dumoulin. Un rendimiento que muy posiblemente haya podido verse afectado por la acusación de dopaje por salbutamol, de la cual fue absuelto por la UCI como respuesta al veto inicial a competir en la ronda gala. 11 podios en Grandes Vueltas, una salvajada.
- Warren Barguil. Maillot de la montaña en 2017, fichó hasta 2020 por el Team Fortuneo-Samsic, equipo que se armaría en torno a él con la ronda francesa como gran objetivo. Segundo en la clasificación de los lunares, encontró en Alaphilippe un rival imbatible. Lo intentó en muchas escapadas pero no encontró premio, no tenía las piernas suficientes, y de eso él fue consciente en todo momento. 17º en la general no pudo repetir el Top 10 cosechado corriendo para el Sunweb. El mejor escalador de 2017 centró todos sus esfuerzos en el Tour, en una temporada en la que las cosas ni mucho menos le han salido como hubiera deseado.
- Mark Cavendish. Con 48 victorias en Grandes Vueltas, es de largo el ciclista más laureado en activo, siendo el 3º corredor de la historia con más triunfos en Giro, Tour y Vuelta. Lejos quedaban Cipollini (57) y Merckx (64). No obstante, como segundo máximo ganador parcial de la historia del Tour (30), solo 2 triunfos le separaban del líder histórico, Merckx. Igualar o incluso superarle sería un objetivo realmente ambicioso, pero para el británico no imposible. Pero a sus 33 años, ya no parece tener las piernas para competir con los Gaviria, Sagan o Groenewegen. En esto, puede tener una influencia muy grande las caídas del pasado, accidentes muy graves que pudieron causar unas lesiones mucho más graves. Pero Mark es padre, y eso también pesa. Un octavo y un décimo puesto fueron sus mejores puestos en llegadas masivas. Tuvo una despedida muy cruel, llegando fuera de control en La Rosière Espace San Bernardo (fin de etapa 11).
- Marcel Kittel. 3 triunfos en 2013, 4 en 2014, 1 en 2016 y 5 en 2017. Uno de los mejores sprinters del mundo se marcha de vacío del Tour. Se quedó más cerca que Cavendish, con un 3º puesto, pero en el Team Katusha-Alpecin no está teniendo ni de lejos su mejor año. El final fue también difícil de asumir, llegando fuera del corte también en el undécimo día de competición.
- Vincenzo Nibali. El líder del Bahrain Merida Pro Cycling Team, ganador de 2 Giros, 1 Tour y 1 Vuelta, no iba mal colocado en la general. Llegaba a Alpe d'Huez cediendo apenas 2'14'' con el líder Thomas, en cuarta posición. Pero al tiburón la suerte no la acompañó. Un espectador le hizo accidentalmente caer en la ascensión final al gran coloso. Se levantó y llegó a meta tan solo cediendo 13 segundos. Toda una heroicidad, y más si tenemos en cuenta que llegó con una vértebra fracturada. Debía pasar por quirófano. Fuera de combate. Era la última oportunidad para quien rompiese la dictadura Sky en 2014.
- Movistar Team. Volvieron a llevarse la clasificación por equipos, consiguiendo además una victoria de etapa, la de Nairo Quintana en Col du Portet. Pero el gran objetivo debía ser que uno de los 3 líderes que presentaban, ya fuera el susodicho corredor colombiano, Mikel Landa o Alejandro Valverde, consiguiera su 1º Tour. No lo consiguieron, presentando en varias etapas una estrategia muy difícil de entender. El ex del Sky, Landa finalizó 7º como mejor colocado de su equipo en la general, Nairo fue 10º y Valverde 14º.
- Rigoberto Urán. 2º en la clasificación general de 2017, el colombiano era otro de los favoritos al triunfo final. Sin embargo, su participación fue bastante decepcionante. Perdió tiempo día tras día, sin aguantar en el grupo de los mejores. Perdió 26 minutos en La Rosière, su gran hundimiento, encontrándose ya a más de media hora del líder Thomas. Terminó por abandonar previo paso a la subida de Alpe d'Huez, debido a los fuertes dolores generados por las caídas que fue arrastrando.
- Richie Porte. Abandonó el Sky para ser líder en el BMC y ser uno de los grandes candidatos al triunfo del Tour. En 2016 terminó 5º su mejor clasificación hasta la fecha. Pero si algo no le está acompañando es la suerte. En 2017, una caída espantosa en el descenso del Mont du Chat le costó abandonar el Tour en ambulancia, con un traumatismo craneoencefálico y fractura de clavícula y la cadera. Y pudo ser mucho peor. Y en 2018 se volvió a repetir la historia. Fue en la etapa de Roubaix, pero el accidente ni siquiera fue en el pavés, sino que en el kilómetro ocho de la etapa. De nuevo, clavícula.
- Romain Bardet. 2º en 2016 y 3º en 2017, la gran esperanza francesa no pudo repetir podio por 3º año consecutivo. Intentó mover la carrera en varias ocasiones con la ayuda de Latour, maillot joven de este Tour, y buscando en varias ocasiones atacar. También se metió en alguna que otra escapada. No obstante, Bardet no tuvo las piernas suficientes para pelear por el podio. No obstante, fue 3º en Alpe d'Huez y Laruns, acabando el Tour en 6ª posición.

¿Lectores, cuáles son para vosotros y vosotras los corredores que salen reforzados y los que no de este Tour de Francia? Dejad vuestros comentarios, os leo y debatimos.

jueves, 19 de julio de 2018

Estreno esperanzador del Racing de Iván Ania

El equipo verdiblanco causa una muy buena impresión ante el Deportivo Alavés en el primer amistoso de la pretemporada, que terminó sin goles (0-0). El encuentro, disputado con motivo del 30º aniversario de los Campos de Sport, arrancaría después del acto de inauguración del friso en memoria de Nando Yosu.
Desde la presentación de su estatua una hora antes del arranque del partido, a las 19:30h, Nando Yosu seguirá aún si cabe más presente en el racinguismo y su templo, El Sardinero. Muchos aficionados no quisieron perderse este momento, en el que también se encontraban presentes los familiares del propio Fernando Trío Zabala, leyenda del club.
Los numerosos racinguistas fieles a la cita volvieron satisfechos a casa, y no es para menos. Cualquier parecido con la realidad de la temporada pasada fue una mera coincidencia. Esa es la sensación que dejó el equipo de Iván Ania en su gran estreno ante todo un equipo de LaLiga Santander como es el Deportivo Alavés. Desde el minuto uno quedó manifiesto en el terreno de juego el trabajo del nuevo técnico. Un equipo bien plantado en el campo, ordenado, con las líneas bien juntas y teniendo muy clara la idea de juego. Así mismo, el Racing fue un reflejo de las maneras de su entrenador, jugando con carácter, atrevimiento, lucha y garra. Cualidades que sin duda se echaron de menos el curso anterior. El Racing fue más equipo que un Alavés al que pasó por encima en una emocionante primera mitad. Los vascos tendrían cerca del descanso su única ocasión de peligro en 90 minutos, con un remate al palo con todo a favor de Andrei Lupu. Los de Abelardo llevaron a cabo sus ataques más provechosos por el costado derecho del esquema racinguista, donde jugaron de inicio los canteranos Íñigo Sáinz-Maza y Mario Musy. Los chavales del B solventaron con éxito la papeleta.
En el campo ni mucho menos quedó patente la inferioridad en lo que a categoría se refiere del Racing, que protagonizó buenas combinaciones y jugadas que arrancaron los aplausos del respetable. El más destacado en los primeros 45 minutos fue Enzo Lombardo. El futbolista cedido del RCD Mallorca lo hizo prácticamente todo bien, demostrando su desborde y calidad en repetidas ocasiones. Volvió loco a su par, hizo lo que quiso. De sus botas nacería la gran ocasión racinguista, con una falta botada al área desde el flanco derecho que el ariete Jon Ander Pérez cabecearía al larguero. El ex del Amorebieta, haciendo exhibición de su lucha, tendría otra ocasión muy clara en la que no supo batir en un intento de vaselina a Fernando Pacheco. También se mostraría desafortunado en el uno para uno César Díaz, sin poder encontrar premio a una bonita jugada individual. El Racing funcionó fantásticamente como colectivo, con Sergio Ruiz brillando en la medular y Quique Rivero más cerca de lo que se espera de él, con varios pases entre líneas que conllevaron peligro. El de Cabezón de la Sal fue el encargado de lanzar tanto los saques de esquina como las faltas. En defensa, la pareja de centrales formada por Iñaki Olaortua y Jordi Figueras dejó muy buenas sensaciones, moviendo con mucha calma y acierto la pelota, sin pasar en ningún momento apuros ante el ataque de entidad del Glorioso, y brillando al corte. Iván Crespo tuvo muy poco trabajo. El Racing alternó las salidas jugando desde atrás con los balones en largo. Por otro lado, presionaron la salida de balón del equipo vasco, fundamentalmente con los dos puntas, y en posiciones más retrasadas de la salida vitoriana, con la subida también de los extremos y centrocampistas, provocando en varias ocasiones el error de los zagueros babazorros y recuperando la pelota.
Al descanso, el “Pitu” Abelardo hizo varios cambios, dando entrada a jugadores de la talla de Ibai Gómez, Burgui o el gran capitán, Manu García. Las permutas ayudaron a que el Alavés controlase más la posesión haciendo retroceder al Racing, que por momentos se encontró con todas sus unidades en campo propio. No obstante, los visitantes fueron incapaces de mirar a la portería defendida por Jagoba Zárraga, que sustituyó en la media parte a Iván Crespo como único cambio en el Racing. Con el Alavés mandando, el partido perdió la intensidad y emoción del inicio. Enzo Lombardo continuó siendo un puñal por la izquierda, protagonizando las jugadas de ataque de los locales hasta su ovacionada sustitución en el primer carrusel de cambios del conjunto que milita en la categoría de bronce, hacia el minuto 53. Solo Olaortua, Figueras, Julen Castañeda y Sergio Ruiz continuaron en el verde, con la entrada de Soberón y Juanjo en punta, Pau en la derecha y Javi Cobo caído a banda izquierda, Jerin en el medio y Aitor Buñuel en el lateral derecho. Apunta alto el defensa ex de Osasuna, que tuvo tiempo para dar cuenta de su velocidad incorporándose al ataque. El Alavés insistió en instalarse en campo rival, sin demasiado éxito dado que el Racing no concedió ni un solo metro, en una actuación impecable, sin errores. Antonio Tomás sustituiría a Sergio, mientras que Mirapeix haría lo propio en detrimento de Figueras pasada la hora de partido. Olaortua sería el último en irse al banquillo, siendo sustituido por Miguel Goñi.
El Racing había hecho méritos para llevarse el partido en la primera mitad, pero la calidad de los vitorianos se impuso en una segunda mitad que dio un giro en los últimos instantes. Los de Iván Ania, quien se mostró muy activo e implicado dando instrucciones durante todo el partido desde el área técnica, recuperaron la positiva versión de los titulares a diez minutos del final. Los atacantes presionando y peleando cada pelota, Pau desbordando, Jerín recuperando en defensa... El Racing, con más intensidad, volvió a crear peligro con unos en teoría suplentes (salvo Buñuel y quizás por el momento Pau) asociándose magníficamente, moviendo la pelota con precisión y a una velocidad destacable. De este modo, el Racing rondó el área rival e incluso probó a Fernando Pacheco con un remate de Mario Soberón atajado en dos tiempos.
El árbitro camargués Adrián Cordero Vega pitó el final de un partido en el que no hizo falta la ayuda del VAR, por primera vez en España en pruebas para el partido, con los aplausos de la afición verdiblanca y los jugadores acercándose a la Gradona para recibir los cánticos de dicha zona.