Tras perder las dos finales anteriores,
la tenista danesa consigue en el Open de Australia su 1º título de Grand Slam a
los 27 años. Sucede a Serena Williams. En segunda ronda tenía el partido prácticamente perdido pero no se
rindió y le dio la vuelta. Terminó plantándose en la final para hacer inútil la entrega de Simona
Halep por el que hubiera sido también su primer grande: 7-6(2) 3-6 6-4. El
triunfo supone para Wozniacki adelantar a la rumana y volver a ser, a partir
del lunes, número 1 del ranking WTA.
Miércoles 17 de enero, partido de segunda ronda entre Jana Fett (número 119 del mundo) y
Caroline Wozniacki. Podría perfectamente parecer el típico mero trámite que los
grandes tienen que atravesar para llegar a las rondas finales, pero no. La
tenista croata se planta con dos pelotas de partido gracias a un
sorprendente 5-1 40-15 en el tercer
set. Cualquiera se hubiera rendido, tirado la toalla, con recoger los 29,500$
de prize money como única tarea por delante. Pero no, Wozniacki nos dio una buena lección. No importa el nivel que estés
desplegando, tu condición física o mental, hay que luchar hasta la última
pelota sin darse nunca por vencido. Supo sufrir jugando los puntos como lo que
es, una de las grandes, comiendo mentalmente de manera progresiva a su rival.
Resucita recortando juego a juego hasta darle por completo la vuelta a la
tortilla, llevándose la victoria por 7-5
en el set definitivo. Una victoria de esas que no se olvidan, que marcan.
Wozniacki no pudo aguantar la emoción después de una de las victorias más elogiables de su carrera. |
Caroline siguió adelante en el primer grande de la temporada, donde ya había ganado sin
problemas a Mihaela Buzarnescu (6-2
6-3), para posteriormente hacer lo propio con Kiki Bertens (6-4 6-3) y Magdalena Rybarikova
(6-3 6-0). Estaba en cuartos por primera vez desde 2012 y su siguiente oponente
sería la española Carla Suárez. Pese
al favorable rosco inicial la canaria le obligó a disputar un nuevo tercer set,
con victoria clara de la segunda favorita (6-0 6-7(3) 6-2). Séptimas
semifinales y con el sueño de cosechar su primer Grand Slam en el horizonte. En
frente, una tenista muy en forma, Elise Mertens,
que llegaba sin perder ni un solo set. La belga estaba de dulce, pero ni
siquiera eso le sirvió, 6-3 7-6(2). ¡Tercera
vez en una final de Grand Slam! Las dos anteriores no habían tan bien como
le hubiese gustado, pues cayó tanto en 2009 como en 2014 en el US Open. La
número dos se batiría en duelo contra la número 1, Simona Halep. La rumana con el mismo registro en finales de GS (cayó en Roland Garros 2014 y 2017), conseguía plantarse por primera vez en una final sobre pista dura. También venía de salvar pelotas de partido,
al sobrevivir un 15-13 ante la estadounidense Lauren Davis y un combate
espectacular 9-7 en semis frente a Angelique Kerber.
Con 19 años alcanzó la 1ª final de GS de su carrera. Kim Clijsters le apartó en aquella ocasión del título. |
La ganadora de la Copa de Maestras 2017 tuvo un inicio inmejorable, con un 3-0 arriba. El reto para Wozniacki era mantener
ese break a favor, con la opción de dejarse ir al resto y concentrarse en sacar
adelante los juegos al servicio. La oportunidad llega, 5-4, pero Halep
reacciona para quebrar y terminar mandando el primer set al tie-break. Pero en la muerte súbita la danesa no perdonó, llevándose el primer set
por un contundente 7-2. Simona no
estaba dispuesta a bajar los brazos, consiguió una rotura en el octavo juego
para que la final se decidiese en la tercera manga, 6-3. Un segundo set donde el buen
porcentaje de primeros servicios de Wozniacki se desploma a un 43%, siendo
incapaz de salvar la bola de break en contra a la que se enfrentó. Halep empeoró su balance de golpes
ganadores y errores no forzados, siendo esta vez más numerosos los segundos.
Sin embargo, salvó las 7 pelotas de rotura en contra y
cerró el set. El partido adquiría proporciones épicas, una gran batalla se
estaba librando, de esas en las que que el aficionado medio pediría incluso un empate. Una
3ª manga en la que se dan el triple de
roturas de saque (6) que en los sets anteriores (3). Los fallos aumentan en
ambas jugadoras, fruto de la tensión, todo lo que hay en juego y el cansancio. Y
la lucha final de Wozniacki obtuvo
premio. Con 5-4 y saque para Halep, la danesa hace dos puntos magníficos para
cerrar el torneo y acabar en el suelo de la Rod Laver Arena, escena que tantas
y tantas veces hemos presenciado, sinónimo de éxito.
El lunes
Caroline Wozniacki amanecerá como reina del
tenis femenino, exactamente 6 años
después de la última vez. Nunca ninguna tenista había conseguido volver al
trono después de tanto tiempo. Desde Roland Garros 2007, exceptuando la edición
del 2016 en el torneo francés, la danesa acumulaba 43 intentos por ganar al fin un GS, hasta que la perseverancia fue
premiada. Pocas tenistas tuvieron que atender tantos torneos de esta categoría
para alzarse por primera vez con uno de ellos: la tristemente fallecida el año pasado Jana Novotna (45ºGS),
Marion Bartoli (46º) y Flavia Pennetta (49º y último Grand Slam, retirándose
por todo lo alto). De este modo, la leyenda
del tenis danés aumenta de dimensión al convertirse en la 2ª
mujer en alzarse con un grande, después de que lo hiciera 3 veces en
consecutivas en Roland Garros, allá por 1935-1937, Hilde Krahwinkel. Tras Angelique Kerber, Serena Williams, Jelena Ostapenko, Garbiñe Muguruza y Sloane Stephens, el circuito WTA tiene una 6ª jugadora campeona de Grand Slam distinta.
* El
crédito de las imágenes que toman parte en este artículo va a parar a Getty
Images.
Si no llega a ganar un grand slam, iba a pasar toda su carrera señalada como otra numero 1 que nunca gano nada.
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